Giges, un humilde pastor, descubre un anillo mágico que le permite volverse invisible a voluntad. En lugar de utilizar este poder para el bien, Giges se sumerge en la corrupción y la traición, destruyendo la confianza y la estabilidad en su reino. La historia, narrada en "La República" de Platón, nos lleva a reflexionar sobre cómo enfrentamos la tentación y la responsabilidad en nuestras vidas, especialmente en la función pública.
La probidad y la integridad son fundamentales para el éxito en la función pública. Los servidores públicos que actúan con honestidad y transparencia inspiran confianza en las instituciones del Estado y garantizan el buen funcionamiento de la administración pública. La falta de probidad y ética puede llevar a la corrupción, el abuso de poder y la pérdida de confianza en las instituciones públicas.
La historia del anillo de Giges nos enseña que la verdadera fuerza de un servidor público no reside en el poder o la autoridad, sino en la capacidad de actuar con integridad y responsabilidad incluso cuando no hay consecuencias aparentes. Al resistir la tentación y mantener un compromiso inquebrantable con la ética y la probidad, los servidores públicos pueden garantizar el éxito y la confianza en las instituciones del Estado.
El anillo de Giges nos muestra cómo enfrentar los desafíos éticos y morales en la función pública. El secreto del éxito en este ámbito se encuentra en la adhesión a los principios de probidad e integridad, incluso cuando no se observan. Al cultivar una ética personal sólida y promover una cultura de integridad y responsabilidad en la administración pública, los servidores públicos pueden garantizar el éxito y la confianza en las instituciones del Estado.
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