Inicio con un texto tomado de la obra de Lewis Carroll Alicia en el país de las maravillas en su Capítulo 6
–Desde luego
–asintió Alicia.
–¡Y sólo uno para
regalos de cumpleaños! Ya ves. ¡Te has cubierto de gloria!
–No sé qué es lo
que quiere decir con eso de la «gloria» –observó Alicia.
Humpty Dumpty
sonrió despectivamente.
–Pues claro que
no…, y no lo sabrás hasta que te lo diga yo. Quiere decir que «ahí te he dado
con un argumento que te ha dejado bien aplastada».
–Pero «gloria» no
significa «un argumento que deja bien aplastado» –objetó Alicia.
Cuando yo uso una
palabra –insistió Humpty Dumpty con un tono de voz más bien desdeñoso– quiere
decir lo que yo quiero que diga…, ni más ni menos.
–La cuestión
–insistió Alicia– es si se puede hacer que las palabras signifiquen tantas
cosas diferentes.
–La cuestión
–zanjó Humpty Dumpty– es saber quién es el que manda…, eso es todo.
Alicia se quedó
demasiado desconcertada con todo esto para decir nada; de forma que tras un
minuto Humpty Dumpty empezó a hablar de nuevo: –Algunas palabras tienen su
genio… particularmente los verbos…, son los más creídos…, con los adjetivos se
puede hacer lo que se quiera, pero no con los verbos…, sin embargo, ¡yo me las
arreglo para tenerselas tiesas a todos ellos! ¡Impenetrabilidad! Eso es lo que
yo siempre digo.
–¿Querría
decirme, por favor –rogó Alicia– qué es lo que quiere decir eso?
–Ahora sí que
estás hablando como una niña sensata –aprobó Humpty Dumpty, muy orondo. –Por
«impenetrabilidad» quiero decir que ya basta de hablar de este tema y que más
te valdría que me dijeras de una vez qué es lo que vas a hacer ahora pues
supongo que no vas a estar ahí parada para el resto de tu vida.
–¡Pues no es poco
significado para una sola palabra! –comentó pensativamente Alicia.
Cuando hago que
una palabra trabaje tanto como esa explicó Humpty Dumpty– siempre le doy una
paga extraordinaria.
–¡Oh! Dijo
Alicia. Estaba demasiado desconcertada con todo esto como para hacer otro
comentario.
–¡Ah, deberías de
verlas cuando vienen a mi alrededor los sábados por la noche! –continuó Humpty
Dumpty.
–A por su paga,
ya sabes…
(Alicia no se
atrevió a preguntarle con qué las pagaba, de forma que menos podría decíroslo
yo a vosotros.)
–Parece usted muy
ducho en esto de explicar lo que quieren decir las palabras, señor mío –dijo
Alicia–
Hoy
tenemos economistas que pretenden definir el concepto de autonomía
constitucional, tenemos diputadas y diputados que también le dan su definición
y nunca faltan los influencers que van en la misma línea. Poco se puede hacer aún y cuando uno exponga
datos históricos, las actas constitucionales o doctrina sobre el asunto, como insistió
Humpty Dumpty, cuando ellos usan la palabra, quiere decir lo que ellos quieren que
diga, ni más ni menos.
Al igual
que Alicia, nos cuestionamos por qué estos homólogos de Humpty Dumpty pueden
hacer que las palabras signifiquen tantas cosas diferentes, sea que puedan
impunemente y sin ninguna reparación atentar contra la seguridad jurídica, uno
los principios fundamentales debido a la necesidad de que los ciudadanos sepan,
en todo momento, a qué atenerse en sus relaciones con el Estado y con los demás
particulares. Invocando un poco la teoría
inglesa “legal security means protection of confidence (Tribunal Constitucional
España, Sentencia 72/1984, de 14 de junio, BOE núm. 165, de 11 de de juliol de
1984)” sea que la seguridad jurídica se asienta sobre el concepto de
predictibilidad, es decir, que cada uno sepa de antemano las consecuencias
jurídicas de sus propios comportamientos, por lo que el comportamiento de los homólogos
de Humpty Dumpty es altamente incompatible con cualquier ordenamiento jurídico democrático.
Al
igual que Alicia nosotros al ver el comportamiento del Poder Ejecutivo y
Legislativo y por desgracia, más recientemente incluso el Judicial, clamamos “…
se puede hacer que las palabras signifiquen tantas cosas diferentes …” pues si
bien el derecho debe siempre modernizarse y no es norma pétrea, lo cierto es
que la inseguridad jurídica que vivimos es peligrosa y más cuando la respuesta
de los Humpty Dumptys resulta en “… saber quién es el que manda…, eso es todo” lo
que significa que la arbitrariedad al interpretar el derecho y crearlo
predomina más que las reglas unívocas de la ciencia o de la técnica, o principios
elementales de justicia, lógica o conveniencia.
Al
igual que Alicia estamos demasiado desconcertados con todo esto para decir
nada; frases que concretan tintes autoritarios, retoricas vestidas de plutocracia,
espavientos de sofofobia, nos consumen, permitiendo que tras un tiempo los
Humpty Dumptys prosigan su letanía, buscando con sus excreciones vucales fingir que algunos conceptos tienen su
genio, que tienen que ser revisados, particularmente esos que les impiden hacer
lo que ellos saben que está bien, que es por el bien de todos, esos conceptos “…,
son los más creídos…”, por que
claro, estamos hablando del núcleo esencial de los derechos fundamentales y la
matriz misma de la República. La cual,
mediante leyes, reglamentos y semejantes, al igual que Humpty Dumpty con los
adjetivos, pretendieron hacer con ellos lo que se quiera, pero la Constitución
y la poca razionalidad que aún habita en esta tierra lo ha impedido. Más al igual que Humpty Dumpty en su
enfrentamiento con los verbos, nuestros Humpty Dumptys han logrado arreglárselas
para tenérselas tiesas a todos los derechos fundamentales.
Al
igual que en el cuento, cuando el argumento inexistente se esfuma, los Humpty
Dumptys siempre tienen la posibilidad de decir de forma muy oronda “… ya basta
de hablar de este tema ...” porque al final como le dijo Alicia –Parece usted
muy ducho en esto de explicar lo que quieren decir las palabras, señor mío”.
No
dejemos pues que personas con intereses de paga extra, de beneficiarse del
poder, de destruir nuestro Estado de Derecho, nos digan, que significan
nuestros derechos.
2 comentarios:
Es la mejor explicación que he leído. Al fin entiendo qué es pago bisemanal.
Gracias
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