Desde el derecho constitucional y administrativo, considero que esta ley es un importante paso hacia adelante en el ámbito legislativo para enfrentar el reto que supone la IA. A pesar de su relevancia, se debe señalar que este marco normativo es inicialmente general y, por tanto, necesita ser complementado con regulaciones más específicas y detalladas para ser efectivo.
La ley articula seis principios rectores para el desarrollo y uso de la IA en el país: seguridad, inclusión, ética, privacidad, gobernanza y desarrollo ético. Estos principios, en teoría, buscan garantizar un uso responsable, seguro y alineado con los valores y normas de la sociedad peruana de esta potente tecnología.
El reconocimiento explícito de la privacidad como un principio rector es un aspecto clave de esta ley. Este principio es fundamental en cualquier sociedad democrática y su inclusión en la Ley 31814 está en línea con la Constitución peruana, que protege el derecho a la privacidad y la protección de datos personales.
Desde una perspectiva administrativa, la ley otorga a la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) la responsabilidad de supervisar el uso y desarrollo de la IA. Aunque esta centralización podría suscitar cuestiones acerca de la capacidad del PCM para asumir eficazmente dicha tarea, es una estrategia administrativa común delegar a una entidad gubernamental la autoridad técnica y normativa en una materia específica.
El desarrollo ético de la IA es otro aspecto crucial que aborda la ley, al buscar establecer responsabilidades claras en su uso. Este aspecto a menudo se obvia debido a la complejidad inherente de la atribución de responsabilidad en contextos donde las decisiones pueden ser tomadas por algoritmos y no por humanos.
Sin embargo, el verdadero reto se presentará con la elaboración del reglamento de la ley en los próximos 90 días. Este reglamento deberá aclarar cómo se aplicarán estos principios en la práctica y cómo se supervisará y evaluará el uso y desarrollo de la IA en Perú. Su diseño y aplicación serán determinantes para el éxito de la Ley 31814.
En conclusión, esta ley representa un hito importante en la adaptación del marco legislativo peruano a la era de la IA. A pesar de que es solo el primer paso y quedan muchos detalles por aclarar y desafíos por superar, la ley sienta una base sólida para la futura regulación de la IA en el país, al reconocer la importancia de esta tecnología emergente y la necesidad de su regulación ética, segura y sostenible. Perú está, por tanto, dando un paso hacia el futuro con visión de largo plazo y responsabilidad social.
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